Como te dirá la mayoría de instructores de actividades dirigidas, la música puede ser clave para el éxito o fracaso de una clase de fitness. Todos sabemos que una buena playlist puede mejorar tu actitud durante un entrenamiento, pero estudios recientes demuestran que una playlist potente puede aumentar tu resistencia, reducir el consumo de oxígeno y disminuir el esfuerzo percibido.
El Dr. Costas Karageorghis (Facultad de Deporte y Educación, Brunel University, Londres) ha estado estudiando cómo la música afecta al ejercicio durante los últimos 20 años, y ha llegado a la conclusión de que para determinados atletas la música es como una "droga legal" que mejora su rendimiento. Cuando hagas tu próxima playlist de fitness, ten en cuenta los efectos que la música puede tener en tu entrenamiento:
1. La música aumenta la resistencia
El estudio concluye que una música bien seleccionada puede reducir el nivel de esfuerzo percibido en un 12%, permitiendo a los atletas entrenar más intensamente durante más tiempo.
2. Las buenas playlists te hacen más constante
Todos hemos estado en clases con música genial, y por eso queremos volver a esas clases. La música puede ser un factor motivador clave a la hora de volver a una clase una y otra vez, especialmente cuando se trata de clases de fitness o training.
3. El ritmo mejora tu coordinación
El estudio muestra que cuando el ejercicio está sincronizado con un buen ritmo (como las clases de cardio dance), nuestro rendimiento aumenta un 15%. Si quieres mejorar tus habilidades y tu rendimiento, prueba a seguir el ritmo.
4. El volumen importa
A pesar de lo que te haya dicho tu madre, la música alta es mejor para los entrenamientos más intensos (dentro de unos límites razonables por debajo de los 80 decibelios). La música suave puede ayudar a bajar tu ritmo cardíaco, especialmente si se combina con silencios cortos (savasana).
¿Cuál es la mejor música para tu entrenamiento?
De acuerdo con el estudio, el ritmo de la música debe coincidir con la intensidad del entrenamiento, y la velocidad de la música también es un factor importante. El estudio reveló que la música más eficaz estaba entre 120 y 140 beats por minuto, pero más rápida no es sinónimo de mejor (si supera los 140 BPM puede ser malo para el entrenamiento).